28/10/2011 | A.M. Ron
Un equipo de investigadores filma por primera vez a los mixines, un pez pariente de las lampreas, utilizando su mucosa para defenderse de sus predadores y para capturar presas. Se pensaba que estos peces eran solo carroñeros, pero las filmaciones muestran sus estrategias para cazar peces en sus madrigueras.
Profundidades del océano Pacífico, cerca de la isla Gran Barrera, al este de Nueva Zelanda. Un grupo de mixines, o “peces bruja”, merodea alrededor de un cebo colocado por los investigadores sobre el lecho marino. De entre las sombras surge un tiburón carocho (Dalatias licha) que primero curiosea y luego atrapa a un mixín entre sus fauces. Pero algo sucede. El tiburón vuelve a abrir sus mandíbulas y deja escapar la presa. Lleva la boca llena de una baba pegajosa.
Como explica el divulgador Ed Yong en su blog, el mixín parece una presa fácil. Su cuerpo es muy parecido al de las lampreas, con los que les une su característica principal, son peces sin mandíbulas que utilizan sus bocas para roer la carne de los cadáveres que quedan en el fondo del océano. Se sabía que utilizaban su mucosa corporal para defenderse de sus depredadores, pero nunca se había filmado. El equipo de Vincent Zintzen, que lleva años investigando las profundidades del océano, ha documentado el comportamiento de estos peces y ha registrado decenas de ataques frustrados de sus depredadores, que huyen sistemáticamente ante su estrategia defensiva.
Cuando uno de estos peces se siente atacado o amenazado, exuda a través de la piel una capa de baba, un material pegajoso que en cuestión de segundos se adhiere a la boca y las branquias del atacante y puede llegar a bloquearlas. Cuando se mezcla con el agua del mar, la mucosa se expande y adquiere una textura temible, como una telaraña de Spiderman en versión submarina.
Otro de los descubrimientos del equipo de Vincent Zintzen es la faceta depredadora de los peces bruja. Hasta ahora se creía que estos animales se alimentaban simplemente de carroña, pero al ser uno de los más numerosos del océano, las cuentas no salían: no hay suficientes cadáveres en el lecho marino para alimentar a semejante población.
Ahora las cámaras de Zintzen han captado a estos animales capturando peces en sus madrigueras y están convencidos de que utilizan la mucosa cutánea como ayuda a la hora de atrapar a la presa. En el vídeo se observa al mixín penetrando bajo la arena, retorciéndose en una especie de nudo y saliendo con su captura en la boca.
"Estas observaciones", apunta el estudio, "sugieren que las adaptaciones funcionales y el rol ecológico pasados y presentes de los mixines podrían ser más diversos de lo asumido hasta ahora". De hecho, consideran a esta familia de peces como una especie de grandes supervivientes tras la aparición de peces con mandíbula. "Proponemos que el éxito duradero de esta antigua familia de peces con más de 300 millones de años podría deberse en buena parte por esta combinación única de características funcionales", aseguran. Y sus estrategias oportunistas les han conducido a sobrevivir y seguir siendo una especie exitosa en nuestros días.