Los recortes en ciencia les obligaron a reinventarse. Y así, entre el impulso de un grupo de jóvenes licenciados y el apoyo de algunos de los grandes arqueólogos en la materia, nació la Sociedad de Investigación de Arqueología Subacuática (SIAS). Una asociación que ha elegido Cabrera como el objetivo de su primera campaña, que comenzará en septiembre. El primer peldaño de un proyecto quinquenal que estudiará y documentará tres pecios de la zona para iniciar la carta arqueológica subacuática del archipiélago.
Cuando la SIAS preparaba su presentación en sociedad en el Museu Marítim de Barcelona, el Parque Nacional se impuso rápidamente entre los primeros destinos para su labor de investigación. «Cabrera es un lugar interesante para nosotros porque ha sido uno de los menos expoliados en Baleares y por el gran potencial arqueológico que tiene», explica Miquel Riera. Según el arqueólogo, el archipiélago era un «punto clave» en el comercio marítimo del Mediterráneo. La Sociedad ha seleccionado tres pecios que se encuentran en un área relativamente amplia de Cabrera, y a una profundidad de entre 10 y 30 metros. El objetivo es estudiarlos y documentarlos a fondo durante la campaña que desarrollarán el próximo mes de septiembre. Quince días en los que comprobarán el estado de los barcos hundidos y extraerán toda la información posible. «El problema es que no sabemos ni siquiera el número total de pecios que existen en Cabrera. El censo es un paso básico para estudios futuros. No entendemos cómo en Baleares, con el potencial existente, no hay aún una carta de arqueología subacuática. Es una medida que, además, facilitará la protección de este patrimonio», asegura Riera.
Hace más de una década que no existen datos sobre los pecios que la SIAS –que ya tiene el permiso de Patrimonio y Medio Ambiente- estudiará. «De ahí que sea necesario un gran trabajo previo de analizar qué tenemos y dónde está situado todo el material», añade el arqueólogo. La documentación que poseen es «sesgada» y por ello es necesario confirmarla.
Dos de los pecios seleccionados datan de época romana. Uno de ellos ha sido bastante expoliado mientras que del segundo existen datos abundantes. «Sin embargo queremos concretar si existe arquitectura naval. Es decir, si quedan restos del casco para conocer más detalles sobre cómo era la construcción naval», explica. Un elemento al que la arqueología da cada vez más importancia, aunque sólo quedan restos de la embarcación en los casos en los que ésta se cubrió rápidamente por sedimentos.
El tercero de los barcos es un caso más curioso ya que está fechado en el siglo XVII. Un pecio sobre el que apenas se ha trabajado y del que la SIAS busca aclarar los motivos de su hundimiento. «La historia naval clásica fue muy potente en el Mediterráneo, y la tradición arqueológica se ha dedicado más a estos restos de la época griega, romana o fenicia. Pero lo cierto es que en Cabrera encontramos pecios de todas las épocas», afirma Miquel Riera.
El próximo mes de septiembre una docena de arqueólogos de la SIAS se trasladará al archipiélago, donde se sumergirán para estudiar la zona durante dos semanas. En Mallorca cuentan ya con el apoyo de varias empresas de submarinismo –que les facilitarán parte del material-, así como con una empresa de excursiones marítimas que se encargará del traslado hasta el archipiélago. Otros colaboradores de la Colònia de Sant Jordi proporcionarán la comida necesaria para el equipo. Durante las inmersiones no sólo se registrarán todos los restos hallados sino que se documentarán a través de un sistema de fotografía 3D en color pionero en arqueología, y de la filmación de un documental. «Así podremos recuperar toda la información cuando ya estemos fuera del agua e incluso interactuar con el pecio», señala Riera. La intención de la Sociedad es, también, poder establecer un convenio con el Museo de Mallorca que ayude a continuar los estudios.
Esta campaña, reconocen, es el primer paso de un trabajo mucho más amplio necesario en Cabrera. «Es una zona muy grande y se necesita mucho equipo para hacer una carta arqueológica completa. Éste es el primer paso», afirman. Además de los resultados de sus estudios, la SIAS –que incluye a profesionales como el director del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, Gustau Vivar- es demostrar que la investigación sigue siendo posible aunque por otras vías. «Se pueden hacer proyectos sin que supongan un gran desembolso», insiste Riera. De hecho, la Sociedad recurrirá a Verkami para garantizar la financiación con unos 3.500 euros iniciales. En realidad, el gasto necesario de la campaña será de casi 8.000 euros.