lunes, 16 de junio de 2014

Una semana más tarde, empieza el ascenso hacia la superficie

Ascienden en una camilla con cuerdas al científico atrapado y herido en la cueva más profunda de Alemania
·         Han cubierto los primeros 300 metros en su ascensión, de un kilómetro de distancia en total

·         El espeleólogo germano Johann Westhauser sufrió un accidente hace más de una semana


Poco después de las 06.30 horas, el equipo de rescate ha llegado al campamento Cb3 con la camilla en la que transportan Johann Westhauser, el espeleólogo alemán herido y atrapado durante más de una semana en la cueva más profunda de Alemania. Esto quiere decir que han cubierto los primeros 300 metros en su ascensión hacia la boca de la cueva, a un total de un kilómetro de distancia, pero también supone que el rescate entra en su fase más delicada.
La camilla está siendo ascendida con cuerdas y un equipo de unas diez personas la acompaña para ir abriéndole paso a través de los ángulos cerrados de las cavidades y sobre los obstáculos de roca y agua que debe atravesar. Las zonas más controvertidas han sido superadas gracias a la instalación de tirolinas por las que la camilla se ha deslizado salvando los principales desniveles. Hasta el momento el rescate se ha realizado principalmente en horizontal, pero a partir de este punto el equipo internacional de salvamento deberá escalar una zona de pozos verticales y calcula que esta etapa de apenas 200 metros podría durar al menos 48 horas.
"Hemos conseguido que el paciente haya permanecido en la camilla durante todo el tiempo, por lo que no ha tenido que levantarse. Tres médicos están actualmente con el herido: uno alemán, uno austríaco y otro esloveno. Así que su atención médica es muy buena", explica el portavoz del servicio de rescate de montaña de Baviera, Roland Ampenberger. "Por ahora permanece consciente, muy despierto diría yo, aunque el nivel de estrés es muy alto y quizá sea conveniente sedarle durante parte de la travesía".

En el exterior, el tiempo está dificultando la operación de rescate, ya que los helicópteros no pueden aterrizar debido a las nubes y el viento. Los responsables de la operación consideran que puede llevar toda una semana devolver a Westhauser a la superficie. "Una semana es una eternidad", ha declarado Angelika G., con la que Westhauser vive desde hace cuatro años y que antes de salir de casa se despidió de él rogándole: "Vuelve sano y salvo". "Volveré", ha sido el primer mensaje que Westhauser ha hecho llegar por radio a su pareja cuando ha sido posible establecer comunicación.

ROSALÍA SÁNCHEZEspecial para EL MUNDO Berlín

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