sábado, 5 de septiembre de 2015

Publicación de ayer en El Mundo sobre trabajos del Grup Nord documentados por Explorextrem en la cueva de El Dolç

Mallorca: Un laberinto de grutas sumergidas

Espeleobuceo en Es Dolç. | Grup Nord Mallorca
Espeleobuceo en Es Dolç. | Grup Nord Mallorca
Muchos lugares del planeta ocultan en el subsuelo un patrimonio de túneles y construcciones que recuerdan el pasado histórico y dejan constancia de la evolución de la mayor parte de las ciudades modernas y cosmopolitas que hoy existen. Mallorca responde a ese canon, que además se ve enriquecido por un patrimonio geológico natural de cuevas y grutas sumergidas, salpicadas de estalactitas, estalgmitas, helitictas y todo tipo de espeleotomas, que se extienden por todo el litoral.
Aunque las cuevas del Drach, en Porto Cristo, y las dels Hams, a pocos kilómetros, capitalizan los elogios a nivel internacional por su belleza y dimensiones, las características geológicas de Mallorca convierten a la isla en un lugar propicio para la formación de cuevas subacuáticas de gran interés.
La zonas litorales de los términos municipales de Llucmajor, Santanyí, Felanitx y Manacor, Ses Marines, corresponden a plataformas planas formadas por rocas calcáreas del final de la era terciaria, que han favorecido el proceso de formación de grutas sumergidas a partir de desprendimientos rocosos o fruto del reajuste mecánico de las paredes y techos de las oquedades.Muchas de estas cuevas todavía están por investigar, explorar y, quizás, también por descubrir, como ponía en evidencia hace poco más de cinco años el hallazgo de la Cueva del Dolç, una formación singular por la rareza de su ubicación, próxima al nivel del mar.
Desde 1994, la sección de espeleobuceo del Grup Nord de Mallorca, en colaboración con la Universitat de les Illes Balears e instituciones científicas como el IMEDEA, lleva a cabo con rigor las investigaciones de estas formaciones, incluida la del Dolç.
Situada en una propiedad privada a la que no se puede acceder, es Dolç fue una gran sorpresa. No esperaban encontrar una cueva de estas características en un lugar alejado de los acantilados y, además, a nivel geológico, la formación de la cueva es relativamente reciente.
El Grupo Nord de Mallorca llevó a cabo trabajos de investigación y exploración en esta cavidad entre 2011 y 2014, recogidos en el programa Al Filo de lo Imposible de RTVE. A la cavidad se accede a través de una pequeña abertura inundada que da paso a un mundo subterráneo sumergido con un recorrido total de 4.100 metros con un desnivel máximo de 36. La distancia lineal de la cueva es de algo más de 1.444 metros y pueden diferenciarse dos secciones claras separadas por un gran derrumbe: el dolç interno y el dolç externo.
Después de abrirse paso por estrechas galerías, casi al final de la cueva, se halla la sala de la Estalagmita. Es la única sala que cuenta con algunos ejemplos de espeleotemas, aunque el verdadero tesoro de esta gruta está todavía más oculto. A una hora de buceo desde la entrada se abre una gran boca de cráter, de unos siete metros de diámetro y una profundidad que alcanza los 27 metros. Los expertos apuntan que a través de él ascendieron aguas termales muy agresivas que disolvieron la roca durante miles de años, crearon el cráter y contribuyeron también a la formación de toda la cueva.
Es Dolç es sólo uno ejemplo de los numerosas y fabulosas formaciones que el equipo de profesionales del Grup Nord de Mallorca continúa investigando y explorando para revelar los secretos de las grutas submarinas sobre las que reposa la isla.